sábado, 23 de agosto de 2008

La ley de la selva

Pobladores de Bagua, Amazonas, celebran su victoria. Foto de La República


La movilización indígena contra los decretos legislativos que pretendían facilitar la venta de sus tierras para la “asociación” con empresas, titularlas individualmente o darles uso forestal, ha tenido final feliz. El enviado del gobierno se comprometió a que el Congreso se pronunciaría al respecto. Finalmente el partido de Alan García, impulsor de las normas, ha quedado en minoría y se ha aprobado la derogación de los decretos. ¿Han ganado? Al menos esta batalla. Las expresiones de júbilo se han repetido en las 4000 comunidades organizadas.

Antes de la sesión en el Congreso el presi se largo un discurso rollo “mensaje a la nación” que después de algún discurso que me tragué, en vivo y en directo, de Daniel Ortega es de lo más groseramente manipulador que he escuchado.

Abro paréntesis: las feministas latinoamericanas se han organizado para acabar con Ortega por violador, por amigo de la Iglesia y antiabortista, y por enemigo de las mujeres. No pudo aparecer por Paraguay para la toma de posesión del bisbepresident, y acaba de dimitir la ministra de la Mujer de Honduras por su visita.

Como iba escribiendo…Alan García “advirtió” que derogar esos decretos condenaría al atraso a las comunidades campesinas indígenas y las dejaría al margen del crecimiento. Que “sólo” pretendía que pudieran incorporarse al mercado y disfrutar de sus beneficios. La principal línea argumental era que la forma de tomar las decisiones en las comunidades era una institución impuesta por la colonia que impedía su desarrollo. ¡El neoliberalismo peruano es anticolonial! Hay que joderse.

La única razón de Estado de Alan García son los 9000 millones de dólares de inversión privada del pasado año. Puesto que la inflación está creciendo y esa terrible palabra ya lo sacó del gobierno en su primer round, la única solución que se le ha ocurrido es limitar el gasto…¡público! La prensa del país se ha referido a los malditos decretos como la Ley de la Selva porque a esa región del país afectaban, pero ningún doble sentido estuvo mejor aplicado. A eso se parece el desarrollo neoliberal.

Otro de los argumentos que manejó el señor presidente en su discurso oficial fue que el excesivo proteccionismo con los indígenas era falso paternalismo y tratarles como “submentales”. ¿De quién estaba hablando? El ministro de agricultura, tan amigo de los transgénicos como enemigo de las ONG ha sido más explícito: las ONG y sus abogados le han comido el coco a los indígenas. Las ONG son los buitres del siglo XXI. Son gente que vive de la miseria y que la necesita para poder seguir recibiendo subvenciones del exterior. Por tanto las ONG para el desarrollo son en realidad enemigas del desarrollo.

Definitivamente el desarrollo es un término tóxico que debería erradicarse. Contamina cualquier intento de pensar de manera sensata.

Y ya puestos habría que erradicar también... Otro día os cuento el vodevil, con apariencia, eso sí, de proyecto de desarrollo, de la chica sociata, su novio artista, su amiga feminista y la amiga psicoanalista de ésta, y un colega de una tele pública autonómica. Desarrollo made in Spain.

1 comentario:

Joan23 dijo...

El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante. Esto no se hace, nos has puesto el caramelo en la boca, y nos lo has quitado. Con lo que me gustan estas historias.

Y sí, desarrollo pertenece hace tiempo al selecto club de las palabras pervertidas. De una manera más discreta que libertad, terrorismo o solidaridad, por citar a tres campeonas de la prostitución, pero también da su asquito ¿no?

Por cierto, me he propuesto ahorrar. Voy a meter a plazo fijo 50 euros por cada vez que tu digas neoliberal. Pronostico una dulce jubilación anticipada.