miércoles, 13 de agosto de 2008

El año que viene Marina D’Or



"El viaje nos quita el refugio. Lejos de los nuestros, de nuestro idioma, privados de todo apoyo, de nuestras máscaras, estamos por completo en la superficie de nosotros mismos". A. Camus

Ya estoy de regreso. Desde la superficie de mí misma. Ya acabé todas mis pastillas y la tos remite. Ahora me siento más integrada en este país. Según la Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud se han atendido “un millón 193 mil 37 personas por infecciones respiratorias agudas y a 14 mil 328 por neumonías” (la forma de escribir las cifras en los diarios es cachonda). La parte fea es que en este Perú modelo del capitalismo sin trabas han muerto desde abril 153 menores de cinco años de frío. El presidente en persona llama a la población a hacer donaciones para “los hermanos” de las zonas altas (15-20 grados bajo cero) y “supervisa y lidera” caravanas de ayuda humanitaria. ¿El Estado es una ONG? ¿Los marketeros de las ONG trabajan en el Palacio de Gobierno?

Que me lío…En medio de mi flojera me han pasado cosas deliciosas. De estar malita también se aprende. Estando yo con las ojeras expandidas hacia la frente y hasta la barbilla, le pregunto a Lus: ¿Estoy muy blanca no crees? Y ella, mirándome alucinada me responde: “¿Máaaaaaaaas blanca? No se puede”. Todos los blancos son iguales. Nuestra piel les resulta curiosa y basurilla.

Vuelvo a Camus. En algún sitio he leído (suplemento de turismo, probably) que pensaba que para conocer un país había que descubrir cómo se trabajaba, como se amaba y como se moría en él. Supongo que daría por válidas las combinaciones. Cómo morir trabajando. O cómo morir amando. Aquí la mezcla de música ambiente (una sintonía que me ralla mucho: Ritmo romántica: relájate y siente), educación sentimental de telenovela y crónicas de sucesos (policiales here), resulta de lo peor. Titular de la semana pasada: “La mató por prostituta”. Aquí todavía hablan de crímenes pasionales.

¿Se nota que me he pasado tres días en un curso para periodistas contra la violencia de género, pagado por la cooperación española? En el curso sólo sobraba una cosa: los españoles. Han venido cinco (¡¡¡¡¡¡cinco!!!!!), parejita incluida, para poner powerpoints y ofrecer “marcos conceptuales” que los profesionales de aquí conocen sobradamente. Por supuesto han dejado el hotel que les buscaron y se han ido a uno de 250 dólares la noche, porque el otro no era prou digno. Y lo más indignante: los profes españoles se han limitado a dar sus sesiones (chapa) y a largarse de turismo sin molestarse en conocer o escuchar a sus periodistas-alumnos. Argggggg¡!!!!!!! Qué razón tenía el Sendero Luminoso de Vargas LLosa…

“Esta es una guerra y usted es un peón del enemigo de clase (…) Usted ni siquiera se da cuenta de que es un instrumento del imperialismo y del Estado burgués. Y encima se da el lujo de tener buena conciencia, de sentirse la samaritana del Perú”.
Sendero Luminoso a una extranjera de una ONG, en Lituma en los Andes.

Para compensar tanta prepotencia e ignorancia yo me he mantenido bien calladita y sólo he abierto la boca para explicar el caso de Ana Orantes, y porque me han obligado. He aprendido un mogollón (esta palabra nuestra les fascina, me la repiten) del país con ellos, porque eran de todas sus esquinas. Una de las más impactantes: no sólo Tailandia, Cuba o Brasil…en el Cusco!!!! En el Machu Picchu hay turismo sexual con menores. Han sacado a las niñas de las plazas pero las ofrecen en paquetes turísticos con la connivencia de los hoteleros que, of course, no son peruanos…

Además algo impensable en España: en el grupo casi la mitad eran hombres. Los supuestos machos latinos de provincias han empezado a explicar los malos tratos de que habían sido objeto, y a hacer propuestas sobre cómo poner en la agenda de los medios la necesidad de una nueva masculinidad…Han hablado de chicos TLC: Trapea, Limpia y Cocina. Y Calandria tiene un grupo de trabajo en la Municipalidad de Independencia donde señores mayorcetes, exagresores, se han convertido en promotores comunales para la prevención de la violencia de género. ¿Qué tenemos que venir a explicar nosotr@s aquí? Por esas cosas impagables que tiene la vida, en la carpeta de materiales había un artículo de Conchi San Martín, amiga de Barcelona (uhmmmm, aunque este año no vino al Merkadillo de Intercambio de La Flori). Un relato suyo ha sido presentado como ejemplo de tratamiento informativo por las profas peruanas. Va a flipar cuando se lo cuente…

El año que viene me hago un blog desde Marina d’Or. Más acorde con mi edad. Y seguro que está lleno de médicos.

Saluditos personales…

1 Amiga Zulma: un honor recibirla. Cualquier periodista que se defina antes como comunicadora social es especialmente bienvenida en este blog familiar. Colombia está muy presente aquí. Para la derecha de este país es la única América sensata. La demás resulta demasiado subversiva.

2 Royito mon amour…¿Te dije que fui a ver a Gioconda Belli a la Feria Internacional del Libro de Lima? Rajó y rajó contra Daniel Ortega: la revolución sandinista fracasó por machista. Y acaban de inaugurar una exposición sobre las CPR de Guatemala. Mis queridas CPR. Refugio maya que me refugió. Nuestra Centroamérica amada.
Quería regalarte por tu cumple un poema del gran Roque pero la mención que hiciste de tu amiga Maruja me desvió…Han cometido el sacrilegio de convertir en marca (de perfumes) el hermoso canto de Pablo Neruda, pero jamás podrán con sus versos. Tú imagina al “joven guerrero de tiniebla y cobre”.

Amor América
Antes de la peluca y la casaca
fueron los ríos, ríos arteriales,
fueron las cordilleras, en cuya onda raida
el cóndor o la nieve parecían inmóviles:
fue la humedad y la espesura, el trueno
sin nombre todavía, las pampas planetarias.

El hombre tierra fue, vasija, párpado
del barro trémulo, forma de la arcilla,
fue cántaro caribe, piedra chibcha,
copa imperial o silice araucana.
Tierno y sangriento fue, pero en la empuñadura
de su arma de cristal humedecido,
las iniciales de la tierra estaban escritas.

Nadie pudo
recordarlas después: el viento
las olvidó, el idioma del agua
fue enterrado, las claves se perdieron
o se inundaron de silencio o sangre.

No se perdió la vida, hermanos pastorales.
Pero como una rosa salvaje
cayo una gota roja en la espesura
y se apagó una lámpara de tierra.

Yo estoy aquí para contar la historia.
Desde la paz del búfalo
hasta las azotadas arenas
de la tierra final, en las espumas
acumuladas de la luz antártica,
y por las madrigueras despenadas
de la sombría paz venezolana,
te busque, padre mío,
joven guerrero de tiniebla y cobreo
tú, planta nupcial, cabellera indomable,
madre caimán, metálica paloma.

Yo, incásico del legamo,
toqué la piedra y dije:
¿Quién me espera? Y aprete la mano
sobre un puñado de cristal vacío.
Pero anduve entre flores zapotecas
y dulce era la luz como un venado,
y era la sombra como un párpado verde.

Tierra mía sin nombre, sin América,
estambre equinoccial, lanza de púrpura,
tu aroma me trepó por las raíces
hasta la copa que bebía, hasta la más delgada
palabra aún no nacida de mi boca.


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