lunes, 7 de julio de 2008

Esto también es Lima



Como “proletaria que muero de universo”, por fin salí de la burbuja y llegué al Perú real. A hora y media de la Lima Northface y Babyalpaca de los turistas. De la Lima donde por 50 dólares puedes saltar 10 minutos en parapente por encima del mar y los rascacielos. Por fin decidí sacar mi cámara…y estaba sin batería. Ayer Luz Arelis, una chiquita de 24 años que la Diputación invitó a Barcelona en abril como lideresa política, me invitó a comer a su casa. Por el camino no paraba de advertirme que se trataba de un barrio muy popular…

Huaycán es un asentamiento urbano, una comunidad autogestionaria de 120.000 familias, un terreno invadido legalmente, uno de los miles de cerros de las afueras de Lima ocupados por la gente que va llegando del campo, desde los años 80. Cuanto más arriba más pobres. Pura subida y puro polvo. Puras cuevas excavadas hacia fuera, en unas laderas sin asomo de verde, en riesgo permanente de desprendimiento o temblor. Un campo de refugiados en vertical. El polvo y el ruido que levantaban los mototaxis (hasta arriba no sube otra cosa) eran los de Mad Max, los de las guerras del fin del mundo. Giraba sobre mí misma intentando encontrar los límites de la miseria en telemascope y casi me da un ataque de risa pensando en los proyectitos de las ONG (aquí hay cientos de ellos, y tienen agua gracias a la cooperación oficial de algún país simpático).

“Miro el dolor del hambriento y veo que su hambre anda tan lejos de mi sufrimiento, que de quedarme ayuno hasta morir, saldría siempre de mi tumba una brizna de yerba al menos”. ¡Qué diferencia con la pobreza rural y con la de antes del arrollador desarrollo!. Con todas las fotos que no hice podría haber ilustrado los folletos de todas las ONG de Barcelona. Estaban todas. Y con un sol de la hostia para que pudiera verlo todo bien clarito. Montones de niños oscuros y medio sucios corriendo detrás de pelotas y cosas varias que rodaban cuesta abajo, cholitas prematuramente envejecidas por el sol y los hijos, viejitos cebolla, con capas y capas de ropa superpuesta y gastada, con sus ojitos chiquitos debajo de unas cejas como nubes de algodón. Y yo esforzándome por no parecer chocada, aplastada y completamente gilipolllas con mi Le Monde Diplomatique en el bolso, y un pastel enorme y blanquísimo en los brazos. Surrealismo trágico.

La mama de “m’hijita Lus” me hizo comida arequipeña deliciosa y su papá, llegado de Huaraz y vendedor de helados hasta que Lus lo ha retirado, me servía Cola local que yo apuraba porque no veas el ají. Hoy el terreno que ocuparon con sus palitos, su estera y su plástico son dos módulos de puro cemento, con la parte de arriba a medio terminar. Allí vive el abuelo, en una estancia de madera con tablones que no sellan, un gallo que cría, un hornillo y su poquita ropa sobre unas cuerdas…Afortunadamente a los sobrinos de Lus (dos niños apadrinados por la institución de unas monjas italianas) la torta de nata falsa no les pareció ningún exotismo pequeñoburgués. En una de las habitaciones de la casa Lus y sus hermanos han montado un ciber con 6 ordenadores, que estaba petado de críos. Críos que, desde este lugar fuera de lugar juegan a los mismos juegos que los nuestros (los vuestros), y tienen los mismos sueños.

Lus me llevó a pasear por el barrio y cuando regresamos Elsa, su mamá, antes de hacerme un anís “para los gases señorita” me preguntó sonriente si me había gustado lo que había visto: ¿qué podía decirle?. Donde yo sólo veía carencias, ellos ven su historia y la de su vida y el camino de 20 años que va de la estera y el plástico... al miniciber. Y eso a pesar de que Huaycán empezó como una aventura prometedora del movimiento popular, y acabó como uno de los escenarios de la guerra interna.

Sendero quería captar a las masas que iban llegando y el ejército colocó una base militar. Según el Informe de la Comisión de la Verdad, “el ejército ejecutó un plan combinado de operaciones clandestinas (rastrillajes, detenciones arbitrarias, etc.) y acciones cívicas (reparto de alimentos, construcción de obras públicas, corte de pelo)”, y las organizaciones populares tuvieron que lidiar con unos y con otros. Unos los amenazaban con quitarles las casas y otros reventaban las camionetas que bajaban a los niños al colegio. Así empezaron aquí las esperanzas de una vida mejor en la ciudad.

Después de visitar un cerro se entiende mejor por qué en Lima no hay negocio sin segureta con chaleco antibalas, no hay edificio sin reja o pinchos, y no se monta una en un carro sin bajar los seguros de las puertas...

Lus me contó que para compartir con Huaycán la idea de que “el Perú avanza” (lema del gobierno, omnipresente), el ejército se apareció un día y repartió 4 kilos de frijol y 2 latas de atún por poblador, e instaló tiendas militares con médicos y dentistas. Esa es la única riqueza macroeconómica que llega hasta el cerro.

En el Pisco, donde el terremoto del año pasado, aún la gente vive en tiendas de la cooperación internacional... pero el ministro israelí cierra acuerdos a unos metros, porque se trata de la zona agroexportadora más importante del país...

Han muerto ya más de 50 personas por frío en las zonas más altas y el gobierno se limita a repartir mantas... que son donaciones de alguna empresa solidaria...

“Rehusad la simetría a buen seguro. / Intervenir en el conflicto”. Hoy en Perú21 Alonso Cueto (“La hora azul”, resulta que el mejor libro sobre el conflicto interno, ya lo traía leído) explica una conversación con su traductora al alemán Elke Wehr. En 1999, después un paseo por la ciudad le dijo que había visto demasiados mendigos, y le preguntó cómo era posible que no se hubieran vuelto todavía guerrilleros. Ahí estamos.

Al caer la noche, desde dentro, el cerro ya no me parecía tan terrible, y a lo lejos, todo de puntitos iluminados, se veía lindo. De hecho, bajando del cerro, con el viento en la cara, cumbia de fondo y el calor humano de la combi (un minibús sobrecargado, of course) sentí un pinchazo de felicidad muy intenso. Las lágrimas querían saltar al vacío. Tuve la sensación total de haber vuelto a casa. A uno de esos momentos que atesoro para cuando me asaltan las dudas sobre mi vida curiosa y equivocada.

Y después de este ataque de lirismo, acabo con dos regalitos…

El de Jordi dM ya está esparcido por el texto, porque no sé si voy a encontrar peluches del poeta cholo y comunista. Son versos de los poemas “Himno a los voluntarios de la república”, “Voy a hablar de la esperanza” y “Trilce”.

Y una cumbia especial de Kevin Johansen para mis “cumbieras intelectuales” Laia, Judith y Amaia, y sobre todo para Ayakumoi atuyom, de regalo de bienvenida a Barcelona. Ponerle oreja.

2 comentarios:

Jordi de Miguel dijo...

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema...Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡yo no sé! No parece muy serio que hable después de esto, més que per agraïr-te el regalaçu. Abraçades i carinyus en tus momentos de.

PASI Catalunya dijo...

Ostres ... unos cuantos días sin mirar el blog y no veas lo que me he perdido ... como veo que estás muy políglota, me sumo: interesting and amazing !!!!! Desde jairo35 (tocapelotillas ??? yo pensaba que en los blogs el spam estaba constituido fundamentalmente por mensajes anunciando chicas, placeres sexuales nunca vistos, viajes oníricos y demás, pero ya veo que no, deben ser los nuevos tiempos a los que no me acostumbro. Cierro paréntesis .-)

Como decía, desde jairo35 hasta joan, pasando por jordi de miquel y judith ... no os conozco personalmente, pero un placer leeros.

Mademoiselle Santolino, a ti no es un placer leerte, es mucho más que eso ... y como no encuentro las palabras para describirlo, pues mejor no lo hago -describirlo- pero sigo disfrutándolo ... Gràcies mil por el sueño del pongo, independientemente de las comillas, de que te haya aterrizado KLM o de que sea un cuento de Helmut Khol (o "Kol" ?? o Kholl ??? o Kol ?? o potser "Kholl" ??)

No sabes el bien que me-nos hace tenerte por allá, escribiendo, reflexionando, aprendiendo, mirando, leyendo ... quiero seguir creyendo que entre tus visitas a Huaycán y nuestra miseria cotidiana hay mucha relación, y no sólo retórica barata al respecto ... lidiar nuevamente con la posibilidad de roedores en Waslala -excelso el último mail de tu amiga Sofía, espero que lo hayas leído-, seguir el entusiasmo de tu hermano y de bibian sobre el proyecto de matacaballos -muuuuy buena pinta-, constatar que somos pobres de coj... y que no tenemos ni un puto duro para el alquiler, seguir soñando con revitalizar el barrio montando unas jornadas de asociacionismo local, presentar un libro sobre antifranquismo en la biblioteca con 54 personas (que sí, que sí, que no me he equivocado !!), amazing and interesting too !!!!

Tus palabras son como una inyección de savia nueva que me vienen super bien ... y que no me cuestan la pasta (no veas el shiatsu y las terapias alternativas cómo crujen al bolsillo ... ahora entiendo por qué durante tanto tiempo me he resistido a sumarme a vuestra línea alternativa ...)

Apa, fin del rollo. Sólo unas posdatas y preguntas finales:

1.- Para cuándo que El País te fiche para refrescar sus editoriales ???

2.- Espero que Martí, algún día, pueda disfrutar de tu "sabia escritura" ... ojalá también de tu "sabia vida y de tu sabio hacer in your daily life" ...

3.- Para quienes puedan leer este comentario, abstenerse -incluído jairo35- de intentar entender la posdata 2. A duras penas la entiendo yo, aunque creo que la periodista catalana sí que lo pillará ... para anglófilos, abstenerse de corregirme lo de in your daily life ...

4.- la posdata 4 es demasiado personal, te la envío por mensajería privada ...

ahí vamos.